No sé si he perdido las palabras o simplemente no recuerdo dónde las dejé, no sé si me las robó el viento o las destruyó el fuego, no sé si se han helado o convertido en roca en algún pozo oscuro, no sé si me dejaron para volar y avivar otras gargantas nuevas y más fuertes. Sólo sé que las palabras han desaparecido y ahora no las encuentro.
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