Primero fue el olvido
y luego la reescritura
que los traidores perpetúan:
Te homenajean con los colores
de tu cárcel y de tu muerte
y hasta el nietisimo de los azules
y toda su casta coronada
se atreven a embarrarte
simulando justos homenajes,
pero lo que quieren es deshacerse
de lo que queda de memoria en nuestras calles.
90 años han pasado,
los nuestros siguen en el olvido
y aunque se les devuelvan
todos sus nombres y apellidos,
para ellos solo quedará la desmemoria.
90 años han pasado,
y ya no se trata de llorarles,
ni de dejar rosas y nardos
sobre sus lechos,
sino de traerles desde los campos.
90 años han pasado
y ya no se trata de lágrimas,
ni de recuerdos de lo que fue
entre llantos de mar y rabia,
sino de recuperarla.
90 años han pasado,
90 largos años
cautivos y desarmados
y la única memoria que nos queda,
es la de volver a estar dispuestos
a dar la vida en este tierra
como ellos y ellas lo estuvieron.
90 años han pasado,
90 largos años
cautivos y desarmados
y la única memoria que nos queda
es recuperar su lucha
que siempre fue la nuestra
y que sigue siendo vigente
hasta el fin de todas las cadenas.
Deja una respuesta